Jesús Maraña, director de Infolibre, en REC Radio, 11 de enero de 2016

1aFW6G0bREC Radio es el programa oficial de la titulación de Periodismo de la UMH. En él se informa sobre la actualidad de la profesión de la mano de estudiantes, periodistas, y expertos en la materia. Está presentado por Cristina Ortega.

En el programa de hoy hemos entrevistado al director editorial del medio digital “Infolibre”. Con él hemos charlado sobre temas actuales como el accidente aéreo del Yak-42 o la reivindicación de una RTVE pública y de calidad.

También hemos analizado la situación actual del periodismo; y hemos profundizado en la posible regeneración democrática del país.

Fuente de la imagen: https://twitter.com/jesusmarana

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EDITORIAL

Ayer leía en Facebook una noticia que informaba de que los Mossos habían descubierto en el ordenador del padre de Nadia, imágenes de contenido sexual de la niña.

Uno de los comentarios a la noticia que más me llamó la atención fue de una chica que decía que no quería saber esas cosas…de hecho, ella parecía convencida de que no eran necesarias.

A mí, que siempre me gusta debatir desde el respeto y el puro intercambio de ideas y conocimiento con los demás, le contesté que yo sí que quería saberlo. De hecho, yo necesitaba saber qué tipo de salvajadas hacemos los seres humanos para estar siempre alerta. Para cuidar el futuro para los que vienen detrás no repitiendo errores del pasado.

La chica me contestó que si quería ver salvajadas, me fuese al cine, que allí había historias más perturbadoras y lo mejor de todo: eran simplemente ficción.

Hoy les traslado estas dos visiones de la realidad para que ustedes elijan cuál desean. Yo sigo defendiendo la mía pero tampoco trato de realizar un alegato en contra de lo que piensa otra persona. Pues uno de los argumentos que empleaba la chica para defender su postura era que los medios se dedican a mostrar imágenes morbosas, en lugar de cumplir su función de vigilancia del poder y de los ciudadanos para que no se den situaciones de ese tipo. Estoy tan de acuerdo con eso que hasta me siento responsable y avergonzada.

Lo que no comparto es la idea de que, según ella, la información no aporta nada a los lectores. Así como que debamos taparnos los ojos ante el lado más oscuro de las personas. Como si fuésemos avestruces o llevásemos siempre puestas las gafas de sol.

Feliz 2017, por cierto, que no les he dicho nada, y me he arrancado a hablar como si ustedes y yo hubiésemos tomado café ayer. Aunque una de las cosas buenas de la radio es que cuando una regresa, parece que el tiempo no ha transcurrido. Será que nos gusta mucho lo que hacemos o que, más bien, sentimos la responsabilidad de volver a hacerlo cuanto antes. Ya saben, con el mundo en obras…¡hay mucho que hacer para mejorarlo! Y es tarea de todos.

El caso es que me gustaría que reflexionasen si desean o no desean ver qué pasa a nuestro alrededor. Y sobre todo, si desean verlo de la forma en la que nosotros, los periodistas, se lo estamos mostrando. Tal vez radique ahí el problema para la joven internauta de la que les hablaba. Y aquí le tengo que volver a dar la razón.

Hoy comenzamos el año hablando con un periodista que le gusta mucho alumbrar las zonas oscuras. ¿Recuerdan aquella frase de Kapuscinski que decía algo así como que el trabajo del periodista consistía en prender la luz para ver por donde iban las cucarachas?

Independientemente de cual sea su respuesta a mi pregunta, de la opción que tomen, a este año que nos ha robado ya once días, le pido que tengamos los ojos bien abiertos para los meses que quedan. Que observemos, en lugar de pasar de puntillas por la gente. Por las realidades.

Que, por favor, tanto ustedes como yo decidamos saber qué está pasando, tanto a unos metros de nosotros como a millones de kilómetros. Sea bueno o malo.

Que decidamos enfrentarnos con nuestras peores pesadillas, con aquello que nos hace ser más miserables. Y lo cambiemos. Lo transformemos en algo más honesto.

Y por último, les deseo que apaguen las luces cortas de sus vidas para encender las largas, porque aunque molestan, provocan y revolucionan al que conduce enfrente, alumbran mejor, y nos permiten, tanto a nosotros como al que va a nuestro lado, ser conscientes de por donde vamos, y sobre todo y lo más importante: hacia qué futuro nos estamos dirigiendo.

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